El futuro de la legalización en Alemania depende ahora mismo de que la Comisión Europea (CE) dé el visto bueno al proceso y acepte su encaje dentro de la Unión Europea. Así lo explicó ayer el ministro de Salud alemán, Karl Lauterbach, durante una rueda de prensa con los medios en la que dio nuevos detalles sobre el proyecto y contestó varias preguntas de los periodistas. Lauterbach declaró que el texto del proyecto podría estar acabado para el primer trimestre del 2023 si recibe un visto bueno de la CE.
Las leyes de la Unión Europea son el principal escollo al que se tiene que enfrentar el proyecto, y el Gobierno ha decidido enviar el actual borrador de proyecto de ley a las autoridades europeas para confirmar que pueden seguir adelante con él. “Si este examen preliminar mostrase claramente que este camino no es viable para la Comisión Europea, no desarrollaríamos un proyecto de ley sobre esta base”, dijo el ministro, según recoge Politico.
El otro impedimento legal al que se enfrenta el proyecto es la Convención Única de Estupefacientes de la ONU, pero esta se asume como menos problemática (Uruguay y Canadá ya han llevado adelante sus regulaciones bajo la misma), y el ministro está convencido de que el proyecto de regulación no se verá interferido por esta normativa internacional.
El ministro aprovechó para matizar varios de los detalles del proyecto filtrados a la prensa hace una semana, en insistió en que es probable que ocurran modificaciones futuras. Por ejemplo, los clubs de cannabis —que fueron planteados como una posible forma de acceso— no han sido incluidos en el borrador actual, según dijo, y todavía es una opción pendiente de evaluar. También afirmó que el límite de posesión de cannabis que se plantea actualmente estaría entre los 20 y los 30 gramos, aumentando el máximo señalado anteriormente.