Las operaciones acabaron con un total de 33 personas detenidas y un alijo incautado de 194 millones de pastillas de metanfetamina, 500 kg de metanfetamina en forma de cristal, 292 kg de heroína, 588 kg de opio, 630 kg de efedrina y 3750 litros del opioide sintético metilfentalino.
Según ha publicado La Vanguardia, las autoridades de la región creen que las drogas fueron producidas en Shan, en la zona del Triángulo de Oro, un área fronteriza entre los estados de Tailandia, Laos y Birmania, que durante años ha sido la segunda región con mayor producción de opio del planeta.
En los últimos años la producción de opio en la región ha ido descendiendo paulatinamente, al tiempo que la producción de metanfetamina ha ido en aumento. Una de las razones de este cambio parece ser la necesidad de grandes extensiones en las que cultivar la amapola para extraer el opio y venderlo crudo o transformarlo en heroína; mientras que la producción de drogas de síntesis como la metanfetamina o el metilfentanilo se puede llevar a cabo en laboratorios.
“Lo que se ha descubierto a través de esta operación es realmente fuera de lo común y está claro que una red de producción así no sería posible sin la participación y el respaldo financiero de grupos criminales internacionales organizados”, apuntó Jeremy Douglas, representante de Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para el Sudeste Asiático, en declaraciones recogidas por La Vanguardia.