Entre los múltiples usos del cannabis se encuentran el consumo medicinal y, por supuesto, los fines recreativos. Pero su utilidad no termina allí. Otras partes de la planta pueden ser destinadas para la construcción de casas o para la producción de biocombustibles. Precisamente, esto último es lo que va a empezar a realizar Brasil en el marco de un proyecto de investigación a partir de un acuerdo entre las Universidades Nacionales de Pará (UFPA) y Santa Carina junto a la Policía Federal, en el que se utilizará la marihuana incautada en diversos operativos para elaborar gasolina, diésel y queroseno derivados de la planta.
Esta iniciativa denominada “Projeto Cannabiocombustível” pretende investigar otras utilidades del cannabis que todavía no han sido ampliamente estudiadas, como la elaboración de biocombustibles. Además, es una alternativa sostenible para la destrucción de la marihuana incautada por las fuerzas de seguridad y que contribuye a la producción de una energía renovable, en un contexto mundial en el que las emisiones de gases de efecto invernadero intensifican las catástrofes ambientales ocasionadas por el calentamiento global.

Según el perito penal federal Antônio Canelas, el reactor utilizado ya está generando biocombustible, aunque el proceso aún está siendo ajustado para optimizar el rendimiento y la calidad del combustible. Además, este procedimiento produce biocarbón altamente poroso y que es útil tanto para la purificación de aguas residuales, como así también puede ser utilizado como fertilizante agrícola. El reactor opera a temperaturas de hasta 500ºC y, dependiendo de su capacidad, puede procesar más de 1.000 kg de marihuana en un periodo de 24 horas.