Hace unos días, la Policía Federal de Brasil intervino una reconocida organización cannábica que elabora productos terapéuticos para decenas de pacientes. Se trata de la Asociación de Cannabis Medicinal de Río Grande do Sul (ASCAMED), cuya sede fue allanada, al igual que el domicilio de su presidente, Matheus Hampel. Durante el operativo, las fuerzas de seguridad incautaron y destruyeron varias plantas y derivados destinados al consumo medicinal de personas que dependían de ellos para mejorar su calidad de vida.
La acción formó parte de la Operación Desvío Verde, que llevó a cabo tres órdenes de allanamiento e incautación, incluida una en Santa María, en la Región Central. La investigación se centra en presuntas irregularidades en el cultivo de cannabis y la producción de medicamentos derivados sin autorización sanitaria. Según las autoridades, las pesquisas comenzaron en 2024 tras el hallazgo de una plantación de marihuana en una zona rural de Caçapava do Sul, donde se comercializaban productos de manera clandestina.

Policía Federal quema plantas de marihuana de asociación ASCAMED. Imagen: Divulgación Policía Federal de Santa María.
En un comunicado oficial publicado en su cuenta de Instagram, ASCAMED denunció que fueron incinerados unos 480 plantines y otras 422 plantas de mayor tamaño. Además, se destruyeron cinco kilos de materia vegetal destinados a la producción de aceites medicinales y se incautaron más de 300 frascos con aceites listos para su distribución entre los pacientes asociados a la organización.
ASCAMED, fundada en 2022, es una organización civil que brinda apoyo a personas que requieren derivados del cannabis para tratar diversas enfermedades. Su labor ha sido reconocida por el Ministerio Público, que destacó su importancia y su contribución a la salud pública.