La estrella de baloncesto Brittney Griner se está convirtiendo en un símbolo nacional en Estados Unidos y en una oportunidad para reclamar los derechos de los consumidores de cannabis en el país. La deportista profesional lleva desde febrero detenida en Moscú por portar unos cartuchos para vaporizar cannabis en su maleta, está a la espera de juicio y podría enfrentar una pena de 10 años de cárcel.
Numerosas personalidades públicas, legisladores e instituciones públicas y privadas, incluida la Casa Blanca, han denunciado que la situación de la deportista es una injusticia y han pedido su liberación. Sin embargo, que la Casa Blanca y otras instituciones de la Administración hagan estas declaraciones resulta un tanto hipócrita, pues en el país la posesión de cannabis también puede llevar a una persona a la cárcel, y el presidente tiene el poder de evitarlo.
Aún así, la presión social e institucional en EE UU va en aumento. Hace poco más de una semana se publicó que Rusia podía estar interesada en un intercambio de presos con EE UU: la jugadora de baloncesto a cambio de Viktor Bout, un conocido traficante de armas internacional preso en territorio estadounidense. El pasado jueves, la Administración de Biden confirmó que había ofrecido a Rusia liberar a dos presos a cambio de la deportista. Los nombres señalados por la prensa son Viktor Bout y Paul Whelan. Este último es un ex marine de EE UU, expulsado de la Armada, que trabajó como empresario en países como Rusia, donde fue detenido en 2018 y condenado a 18 años de cárcel bajo cargos de espionaje.
Numerosas personalidades públicas han pedido al Gobierno de EE UU que haga lo necesario para conseguir la liberación de Griner. La semana pasada se viralizó el hashtag #FreeBrittneyGriner, siguiendo el ejemplo del #FreeBritney lanzado para apoyar a la cantante de pop Britney Spears. También, la semana pasada la cara de la deportista fue portada de la revista TIME.
TIME's new cover: Brittney Griner's fight for freedom https://t.co/TjijcwC407 pic.twitter.com/K9slJM4Vg4
— TIME (@TIME) July 27, 2022