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Cae 17% el precio del cannabis legal en Nueva York

El precio medio por unidad de los productos de cannabis en el mercado legal de Nueva York ha caído un 17 % desde 2023 según datos de la Oficina de Cannabis del estado citados por la prensa local. El despliegue de más de 500 dispensarios con licencia y la entrada de nuevos cultivadores han intensificado la competencia y empujado los precios a la baja en uno de los mercados más observados de EE UU.

De acuerdo con esos registros, el “precio unitario medio” –que agrupa flores, comestibles, concentrados, bebidas y vaporizadores– se situaba en 38,61 dólares en 2023 y hoy ronda los 32,15 dólares. La rebaja no es homogénea ya que en la ciudad de Nueva York el gasto medio por compra está en 33,15 dólares, mientras que en la región de Buffalo y el oeste del estado baja a 26,39 dólares, uno de los niveles más bajos. En el extremo opuesto, Long Island alcanza los 41,41 dólares por venta, en un contexto donde muchos municipios han decidido vetar la apertura de dispensarios.

En la práctica, la prensa local describe un mercado en el que una onza (28 gramos) de cogollos se vende entre 100 y 125 dólares, aproximadamente un 50 % por encima del precio mayorista. Un porro individual ronda los 10 dólares y un paquete de cinco mini porros (2,5 gramos en total) unos 25 dólares; los cartuchos de vapeo de un gramo se sitúan cerca de los 30 dólares. Aunque estas cifras siguen por encima de la media de otros estados con mercados maduros, la brecha se va reduciendo a medida que la oferta se diversifica.

Representantes del sector vinculan la caída de precios a la apertura progresiva del mercado tras dos años marcados por demandas judiciales y retrasos burocráticos. Desde la New York Cannabis Retail Association se señala que la competencia por espacio en las estanterías es cada vez más intensa, con más marcas intentando entrar en los dispensarios. En el canal minorista, operadores como Osbert Orduna, de The Cannabis Place en Queens, subrayan que el aumento de cultivadores y procesadores está reduciendo los precios al por mayor y permite trasladar parte de ese ahorro a las personas usuarias.

Aun así, el mercado ilícito sigue siendo un competidor fuerte. Quienes venden fuera del marco regulado no afrontan los costes de licencias, controles de calidad ni el 13 % de impuestos que grava a los operadores legales, lo que facilita ofrecer precios más bajos. Para recortar esa distancia, el estado ha autorizado descuentos dirigidos a colectivos como personas veteranas, mayores, docentes o personal de emergencias. Según la Oficina de Cannabis, las ventas legales alcanzaron unos 1.400 millones de dólares entre enero y octubre de 2025 y podrían acercarse a los 2.000 millones a final de año, en un mercado todavía joven pero claramente en expansión.

El descenso del precio medio no es solo una cuestión de oferta y demanda ya que refleja que, cuando se permite crecer al circuito regulado, este puede competir con el mercado ilícito ofreciendo productos controlados y, poco a poco, más asequibles. Si Nueva York consolida un sistema en el que el cannabis legal sea la opción más segura y accesible, la discusión no debería girar en torno a cuántas tiendas hay, sino a cómo reforzar marcos regulatorios.

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