La farmacéutica alemana Farmako registró el pasado mes de marzo la patente de un proceso de síntesis que suena a milagro bíblico: transformar el azúcar en cannabinoides.
La empresa ha producido un nuevo organismo de síntesis, una bacteria que han bautizado como Zymomonas cannabinoidis®, y que es capaz de generar cannabinoides a partir de glucosa.
Ya existen dos empresas estadounidenses con procedimientos patentados para obtener cannabinoides a partir de levadura de cerveza, pero el proceso patentado por la alemana es distinto y al parecer ofrece ventajas de cara a la producción industrial. A diferencia del caso de la levadura, la síntesis con la nueva bacteria permite una producción continua sin interrupciones.
Farmako ha asegurado que se pueden producir cannabinoides durante 900 horas sin interrupción, produciendo en este tiempo 4,5 kilogramos de THC por cada gramo de masa bacteriana. El proceso de biosíntesis es similar al de la fermentación alcohólica, con la diferencia de que los productos finales son cannabinoides en lugar de alcohol.
La bacteria encargada de la fermentación es la clave del asunto, la Zymomonas cannabinoidis® es una bacteria obtenida a partir de la modificación genética, que según la farmacéutica permite la obtención de THC, CBD u otro de los 180 cannabinoides conocidos. Para producir el cannabinoide respectivo solo se debe modificar un solo gen. Según la farmacéutica las ventajas del nuevo procedimiento patentado ayudarán a reducir los costos para el paciente y agilizarán la producción de cannabinoides de síntesis en el futuro.