Un estudio un tanto alarmista de la Universidad de Vermont asegura que tomar un poco de marihuana, aunque sea poco, produce cambios en el cerebro adolescente.
En concreto, el estudio que se publica en la revista The Journal of Neuroscience asegra que el cannabis (aunque se haya tomado solo un par de veces) es “la causa más probable” del aumento del tamaño de ciertas partes de la materia gris del cerebro. Al menos esto es lo que se concluye que sucede con adolescentes de 14 años, que son los que se han visto sometidos al estudio.
La investigación se realizó con adolescentes de 14 años de Irlanda, Inglaterra, Francia y Alemania, como parte de un proyecto europeo a largo plazo conocido como Imagen. Entre los participantes había 46 adolescentes que declararon haber consumido marihuana una o dos veces en su vida y cuyos cerebros mostraron un mayor volumen de materia gris en regiones ricas en receptores de cannabinoides, tal y como se recoge en algunos medios.
Las mayores diferencias se encontraron en la amígdala, involucrada en procesos relacionados con las emociones, y en el hipocampo, vinculado al desarrollo de la memoria y las habilidades espaciales. Insisten los investigadores en afirmar que con solo “uno o dos porros” el cerebro cambia.
Ahora bien, ¿implica algo nuevo todo esto? Pues en principio, no. De producirse ese crecimiento no parece que sea dañino, pues el informe no alarma sobre que el aumento en la amígdala repercuta en los procesos que controla. Tampoco está claro si el proceso es reversible con la edad o es permanente. Por el momento este informe solo cree encontrar en el cannabis una “causa probable” pues es incapaz de determinar si se trata de una correlación o de una relación causal.