El gobierno de Corea del Sur va fuerte y advierte a sus ciudadanos: si fuman cannabis en Canadá van a ser castigados a su regreso.
“Los fumadores de marihuana serán castigados de acuerdo con la ley coreana, incluso si lo hacen en países donde fumar marihuana es legal. No habrá excepción”, asegura Yoon Se-jin, jefe de la división de narcóticos en la provincia de Gyeonggi Nambu, según el diario Korea Times.
Incluso la embajada coreana en Canadá dejó clara la postura oficial del país con respecto a la legalización unos días antes de que ésta entrase en funcionamiento mediante este tweet: “Incluso si se encuentra en una región donde la marihuana es legal, será ilegal que la consuman. Por favor, tenga cuidado de no cometer un acto ilegal y ser castigado”.
Según el código penal de Corea del Sur sus habitantes deben cumplir las leyes incluso aunque se encuentren fuera del país. Por tanto si en el actual código cultivar, poseer, transportar o consumir cannabis constituye un delito punible con hasta cinco años de prisión o una multa de hasta 50 millones de won (unos 38.500 euros) esto significa que mejor que no te pillen al volver después de haber tomado mota.
Corea no suele hacer test de drogas a los ciudadanos que regresan a casa pero sí que suelen seguir con cierto celo a gente que ha sido detenida por algún delito relacionado con la droga o aquellas personas que alardean en las redes sociales. “Corea del Sur no puede revisar a todos los que visitan un país extranjero, pero la policía mantiene una lista negra que lleva a ciertas personas a ser supervisadas”, señaló Lee Chang-hoon, profesor en la Universidad Hannam de Daejeon, al diario británico The Guardian.
Como Canadá acoge a más o menos 23.000 estudiantes surcoreanos, las autoridades del país asiático temen que aquello se convierta en una fiesta de fraternidad 24/7. El largo brazo de Corea del Sur alcanza los 8.000 kilómetros de distancia.