Un habitante del estado de Florida, del que se desconoce su sexo, raza o religión pero sí que podríamos afirmar que no tiene muchas luces, hizo un depósito en un ATM (los cajeros automáticos más populares en EE.UU) de una bolsa de cocaína.

Cuando los técnicos de mantenimiento acudieron al local donde está el cajero y abrieron las entrañas del maná fiduciario (esta figura retórica es absolutamente gratuita) encontraron que alguien había realizado un depósito de cocaína. No se trata de que alguien metiese la coca dentro del cajero, si no que esa persona utilizó los mecanismos de depósito para meter la coca. Es decir, se intuye que la persona que lo hizo pensó que de esta manera guardaba la cocaína en el banco. 

O bien la persona que lo hizo no está muy en su sano juicio, o bien iba tan puesto hasta las cejas de algo que creyó estar guardando a buen recaudo la coca en un ATM. Sin embargo, la policía (que para eso se gana el sueldo) especula con la posibilidad (bastante lógica) de que la bolsa, de pequeñas dimensiones, se colase junto al depósito de dinero que la persona hizo. En otras palabras, el sujeto no se enteró de que estaba dejando su coca en el ATM. 

Los policías de Florida no se andan con tonterías y han asegurado que van detrás de esta persona para que caiga todo el peso de la ley. Y van a comenzar con la última persona que hizo el depósito. 

Por fortuna para esta persona aún sigue en libertad.

[Fuente: High Times]