José Palomar, natural de México y residente en California desde niño, ha pasado casi dos años sin poder volver a su casa en el Sur de California después de que los funcionarios de aduanas le negaran la entrada a EE UU por admitir su consumo de cannabis. El hombre viajó a su país en 2019 para recoger documentación necesaria para renovar sus permisos de residencia en Estados Unidos, pero cuando quiso volver a entrar no pudo.
Palomar no pensó que ser sincero sobre su consumo de cannabis le llevaría a pasar dos años separado de su mujer y sus cuatro hijos y sin poder volver a casa. La ley californiana permite el consumo de cannabis y José no previó que un funcionario federal le impediría la entrada a territorio estadounidense por reconocer haber usado cannabis de forma legal en California. Pero así fue, la marihuana sigue siendo una sustancia ilegal a nivel federal y numerosas personas siguen sufriendo discriminación a la hora de entrar en el país, solicitar ayudas estatales o conseguir un trabajo, aunque hayan consumido de forma legal.
Con la pandemia de covid-19 de por medio, la esposa de Palomar ha tenido que enfrentarse al cuidado de sus cuatro hijos y a numerosas dificultades económicas en solitario durante dos años, al tiempo que trataba de recurrir el regreso de su marido ante la administración estadounidense. “Es increíble porque me he ido casi dos años y, como le digo a mi esposa, se siente un poco raro”, dijo José. “Cada vez que pensaba en volver, me parecía un sueño. Luego, vuelvo y algunas cosas han cambiado y otras no. Y pienso, ‘Hombre, no puedo creer que haya pasado por todo eso’. Pero he vuelto”, explicó al diario Excelsior California, que ha publicado la historia.