
El 27 de febrero, organizaciones civiles y usuarios de cannabis medicinal se movilizaron en el centro de la provincia de Tucumán, Argentina, para protestar contra la decisión del gobierno de Javier Milei de suspender por completo los registros y renovaciones del Registro del Programa de Cannabis (REPROCANN), que autoriza el autocultivo y el traslado de hasta 40 gramos de flores. Además, exigieron una regulación integral que garantice el acceso a los derivados de la planta para todos sus usos.
“Es una convocatoria a nivel nacional y es en defensa de la salud pública”, aseguró Luciano Lizárraga, presidente de la Cámara Tucumana de Cáñamo y Cannabis, en diálogo con el medio El Tucumano. “La dificultad es ser usuario medicinal de cannabis debido a la demora injustificada por parte del Ministerio de Salud en dar trámite a las solicitudes presentadas por los usuarios, tanto para primera autorización como para renovarla”, agregó sobre los motivos de la movilización que convocó a cientos de personas en el centro de la capital provincial, en la ciudad San Miguel de Tucumán.
Por otro lado, el activismo cannábico tucumano también protestó contra la decisión del gobierno de frenar los registros e inscripciones de variedades de cannabis en el Instituto Nacional de la Semilla (INASE) y el recorte presupuestario hacia las investigaciones científicas en general, pero que también afectan la continuación de aquellos estudios relacionados con los usos terapéuticos de la planta. “Actualmente no contamos con políticas referidas a la industria del cannabis. Más bien es algo que debería ponerse sobre la mesa y ser tratado con urgencia. No solo en pos de garantizar a la población el derecho a la salud, sino también en miras al crecimiento económico”, sostuvo Lizárraga.