Un grupo de vecinos de Copenhague acudió el pasado lunes a una reunión convocada por el Ayuntamiento de Copenhague para plantear la legalización del cannabis junto con políticos y expertos. La reunión se produjo en el marco de un aumento de la violencia en el barrio de Christiania, en donde la venta de cannabis está tolerada desde hace décadas en un mercadillo que fue cerrado por los vecinos en señal de protesta y que el Gobierno pretende clausurar definitivamente con una política de represión policial contra los usuarios de cannabis.
La apuesta de la alcaldesa, Sophie Hæstorp Andersen, es encontrar una solución que no sea un intento de cierre del mercado que implique la represión de los usuarios de cannabis, y por eso convocó la reunión este lunes. El plan del Ayuntamiento es impulsar un proyecto piloto de legalización controlada del cannabis que dure tres años y que sirva para estudiar los efectos que tendría una regulación que sustituya a la política de represión y prohibición que se aplica hoy. La idea es que las personas mayores de edad residentes en Dinamarca puedan comprar legalmente hasta cinco gramos de hachís en unos pocos puntos de venta municipales de Copenhague.
Según recoge el canal danés Tv2 Kosmopol, una amplia mayoría del concejo del ayuntamiento de Copenhague está a favor de iniciar un plan piloto de legalización controlada, pero el Gobierno del país rechaza la propuesta. Después de que la alcaldesa de la ciudad volviera a lanzar la propuesta a principios de mes, la ministra del Interior y de Sanidad, Sophie Løhde, fue tajante al respecto: “El gobierno no tiene planes de legalizar el cannabis”, dijo.
Con la reunión de este lunes la alcaldesa pretende mantener vivo el debate sobre la posible legalización mediante la exposición de las experiencias de legalización que ya se están llevando a cabo en otros países. “Tenemos que dejar de discutir sólo los pros y los contras, y hablar de cómo se puede hacer en la práctica”, dijo la alcaldesa a TV 2 Kosmopol.