Como cualquier usuario habitual de cannabis sabe el porcentaje de THC aumenta cada año, alcanzándose nuevos récords y elevando el nivel promedio. Ahora han aparecido un par de estudios universitarios que confirman lo que ya sabíamos y aventuran algunas conclusiones.
Según una investigación de la Universidad de Bath y del King's College London publicada en la revista Addiction, que utilizó datos recogidos en 28 estados miembros de la UE, así como en Noruega y Turquía, para el Observatorio Europeo de la Droga y las Toxicomanías, el hachís pasó de unos porcentajes de entorno al 8% en 2016 a un 17% en el 2017.
En el caso de la marihuana los promedios pasaron del 5% al 10%. Sobre esto, el Dr. Tom Freeman, autor líder del trabajo, perteneciente a la Universidad de Bath, dijo: “Lo que estamos viendo en Europa es un aumento del THC y niveles estables o decrecientes de CBD, lo que potencialmente hace que el cannabis sea más dañino”.
Desde el otro lado del charco, en concreto desde la Universidad de Michigan y la Universidad de Brown, en Estados Unidos, nos llega otro estudio sobre el mismo tema, que ha sido publicado recientemente en la revista Drug and Alcohol Dependence. Para Brian Hicks, profesor asociado del Centro de la Adicción de la Universidad de Michigan, el riesgo de desarrollar un trastorno por uso de cannabis aumentó en alrededor de un 40% por cada punto en la potencia.
Desde NORML (National Organization for the Reform of Marijuana Laws), en boca de su subdirector, Paul Armentano, se recuerda que “el cannabis carece de la capacidad de crear la dependencia asociada de muchas otras sustancias controladas, entre ellas algunas legales”.