Un estudio realizado por investigadores de la fundación ICEERS y del Departamento de Psicología Biológica y de la Salud de la Universidad Autónoma de Madrid ha concluido que el consumo de cannabis no afecta negativamente a la salud pública. Para el estudio los investigadores utilizaron los mismos indicadores que se utilizan en las encuestas de salud pública de gobiernos y administraciones, aplicándolas a usuarios de cannabis para luego comparar los resultados con los de la población general.
“En este estudio, los usuarios de cannabis a largo plazo puntuaron de manera similar a la población general en una lista de indicadores de salud. Los resultados se obtuvieron utilizando indicadores de salud utilizados, validados y diseñados por varios gobiernos para evaluar la salud de la población y comparar esta información entre países o poblaciones específicas. Solo había un indicador asociado con una peor salud entre los consumidores de cannabis: problemas para dormir.”, afirman las conclusiones del estudio.
Es decir, de todos los indicadores evaluados, la calidad del sueño fue el único en el que los usuarios de cannabis puntuaron peor que la población general. En los indicadores de estilo de vida, las puntuaciones fueron similares entre ambos grupos, y en los indicadores de nutrición, se observó que los usuarios de cannabis puntuaron un poco por encima en ingesta de verduras y un poco por debajo en ingesta de frutas, comparado con los no consumidores. Por lo demás, los usuarios de cannabis mostraron mejores puntuaciones en los indicadores de percepción positiva de la salud, en el Índice de Masa Corporal, en problemas de colesterol y presión arterial, en presencia de enfermedades crónicas y en los indicadores de limitaciones físicas en las actividades cotidianas.
“Si bien estas diferencias no pueden atribuirse únicamente al consumo de cannabis, sugieren que los usuarios habituales de esta droga no experimentan efectos nocivos relevantes en términos de indicadores fundamentales de la salud en general. Debemos recordar que evaluar el impacto específico del consumo de cannabis en la salud es un desafío, ya que la salud es una construcción muy compleja afectada por varias variables”, escribieron los autores del estudio.
En el estudio participaron 419 individuos con una edad media de 33,2 años. En la selección de sujetos se siguieron los mismos estratos de edad y género que se utilizan en la Encuesta de salud de Catalunya (ESCA), la encuesta utilizada por la Administración de Cataluña para evaluar los indicadores de salud pública. Se escogió esta encuesta para que la comparación fuese lo más cercana posible, pues las personas encuestadas para el estudio eran residentes en Cataluña.