Un estudio de la Universidad Johns Hopkins ha concluído que los efectos de un tratamiento con psilocibina contra la depresión severa se pueden mantener hasta un año después de la sesión con el psiquedélico. Se trata de una continuación de un estudio anterior en el que se observó que el tratamiento con psilocibina acompañado de terapia servía para aliviar los síntomas del trastorno depresivo mayor en personas adultas durante al menos un mes.
Para el estudio los investigadores reclutaron a 27 participantes con un historial prolongado de depresión, la mayoría de los cuales habían experimentado síntomas depresivos durante aproximadamente dos años antes. La edad promedio de los participantes fue de 40 años, 19 eran mujeres y 25 se identificaron como blancos, uno como afroamericano y otro como asiático. El 88% por ciento de los participantes había recibido tratamiento previo con fármacos antidepresivos clásicos, y el 58 % informó haber usado antidepresivos en su episodio depresivo actual.
Antes de la psilocibina, los participantes recibieron entre seis y ocho horas de sesiones preparatorias con dos facilitadores. Más tarde recibieron dos dosis de psilocibina, administradas con aproximadamente dos semanas de diferencia. Luego asistieron a una sesión de seguimiento al día siguiente, a la semana siguiente, después de un mes, de tres meses, de seis y de un año. Los investigadores informaron que el tratamiento con psilocibina produjo grandes disminuciones en las puntuaciones de depresión y que la gravedad de la misma permaneció en un nivel bajo desde el primer mes hasta los 12 meses después del tratamiento.
“Los síntomas depresivos se midieron antes y después del tratamiento utilizando la escala de calificación de depresión GRID-Hamilton, una herramienta estándar de evaluación de la depresión, en la que una puntuación de 24 o más indica depresión severa, de 17 a 23 depresión moderada, de 8 a 16 depresión leve y 7 o menos sin depresión. Para la mayoría de los participantes, las puntuaciones disminuyeron de 22,8 en el pretratamiento a 8,7 una semana después, a 8,9 después de cuatro semanas, a 9,3 después de tres meses, a 7 tras seis meses y a 7,7 un año después del tratamiento”, dice la nota de prensa de la universidad.
“Nuestros hallazgos se suman a la evidencia de que, bajo condiciones cuidadosamente controladas, este es un enfoque terapéutico prometedor que puede conducir a mejoras significativas y duraderas en la depresión”, dijo Natalie Gukasyan, profesora de psiquiatría y ciencias del comportamiento en la Universidad Johns Hopkins y autora del estudio. Sin embargo, advirtió que “los resultados que vemos están en un entorno de investigación y requieren mucha preparación y apoyo estructurado de médicos y terapeutas capacitados, y las personas no deberían intentar probarlo por su cuenta”.