En Italia la producción de cannabis medicinal la lleva a cabo el Ejército en sus instalaciones de la Planta Farmacéutica de Florencia. Para el próximo año, los militares italianos planean producir 700 kilos de cannabis para cubrir casi la mitad de los 1500 kilos que necesitan los pacientes italianos para tratar dolencias relacionadas con el dolor, el cáncer o enfermedades como la del Parkinson.
Según explicaron fuentes de la administración al diario Defense News, el país ha dejado a los militares al cargo de la producción de cannabis medicinal por dos razones: para mantener la producción en una instalación segura y por la tradición farmacéutica que tiene el Ejército, que lleva décadas produciendo fármacos tanto para el personal militar como para el civil. Con el cannabis medicinal el Ejército ya ha registrado dos variedades de marihuana, la FM1 y la FM2, que cultiva como marcas propias y cuyo nombre hace referencia a “Farmaceutico Militare”.
Pero el ejército no alcanza a cultivar todo el cannabis que necesitan los pacientes y por ahora el que falta se importa de otros países productores, principalmente de Holanda, Canadá, Dinamarca y Alemania. Aún así, la producción nacional en manos de los militares está aumentando. “El siguiente paso es la autosuficiencia, esa es nuestra ambición”, dijo Nicola Latorre, director de la Agencia Italiana de Industrias de Defensa, que se encarga de la supervisión de los cultivos.
El año pasado el Ministerio de Defensa buscó una salida al problema del abastecimiento con un concurso para encontrar empresas privadas capaces de producir cannabis. La entrada de empresas privadas hace tiempo que fue prometida por el Gobierno y pondrá fin al monopolio del cultivo de cannabis en Italia, además de abaratar el coste de los tratamientos importados.