El Gobierno de Costa Rica ha anunciado el rechazo a la ley de cannabis medicinal aprobada por el Congreso el pasado 13 de enero. El anuncio lo realizó la ministra de Presidencia, Geannina Dinarte Romero, en una conferencia de prensa en la que no dio detalles sobre si el presidente piensa utilizar su derecho al veto total o parcial sobre el texto. El rechazo del presidente y la falta de detalles ofrecidos ha generado numerosas críticas por parte de los legisladores.
La cuestión que más rechazo ha generado en el Gobierno es la regulación del autocultivo de cannabis para los pacientes que cuenten con una receta de uso medicinal. Según ha publicado CR Hoy, por ahora el Ejecutivo sólo ha expresado su falta de apoyo al proyecto aprobado y no ha realizado ninguna propuesta para enmendar el texto
“¡Qué lamentable! Tres años después de un debate intenso, audiencias, acuerdos y consensos, mociones, discusión en primer debate, consulta ante la Sala IV y votación en segundo debate, el Gobierno ausente, cuestiona el proyecto! ¡Una falta de respeto hacia el trabajo serio de esta Asamblea Legislativa!”, escribió Roberto Thompson, del partido Liberación Nacional, en su cuenta de Twitter.
En caso de que el presidente decida vetar el proyecto, tendría que elaborar un informe de justificación que sería leído con urgencia en el Plenario Legislativo y más tarde derivado a una comisión, que debería elaborar otro informe sobre las objeciones presentadas en el plazo de un mes. El texto debería volver a pasar por el Plenario de nuevo en una o dos ocasiones en función de si la comisión acepta o rechaza las objeciones del presidente. Todo el proceso podría acabar con el futuro de la ley, puesto que si los legisladores rechazan las modificaciones del presidente se necesitarían más votos para pasar por encima del veto y aprobarla, y es probable que no se alcance tal cifra de apoyos.
La ley de cannabis medicinal aprobada por el Congreso reconoce el derecho de los pacientes a acceder a tratamientos a base de la planta y sienta las bases legales para el desarrollo de una industria del cannabis para uso medicinal e industrial. La ley establece licencias para las actividades de producción de cannabis psicoactivo con finalidad medicinal o terapéutica. En el caso del cáñamo industrial o cannabis no psicoactivo las actividades de cultivo, producción, industrialización o comercialización para fines alimentarios e industriales no será necesaria ninguna autorización especial, y en este caso estarían a cargo del Ministerio de Agricultura.