El Gobierno de Marruecos aprobó ayer un proyecto de ley que regula la producción y el uso de cannabis para fines medicinales e industriales. El proyecto, que fue presentado hace menos de un mes y pospuesto sin fecha la semana pasada, supone un cambio de dirección histórico en las políticas para el país, que ha sido (y sigue siendo) uno de los principales productores de cannabis ilegal del planeta.
En un comunicado del Consejo de Gobierno reproducido parcialmente por EFE, el Gobierno ha informado de que ha concluido el debate previsto para la semana pasada con el apoyo del ejecutivo a la nueva ley, que ahora deberá ser aprobada por las dos cámaras del Parlamento. El proyecto de ley incluye la creación de una agencia nacional que será la encargada de conceder las licencias de cultivo y también será la que adquiera el total de las cosechas producidas en el país, para luego destinarlas a empresas nacionales o internacionales, que producirán los derivados medicinales o industriales.
Según la noticia de la agencia EFE, los campesinos que obtengan el permiso para cultivarlo deberán organizarse en cooperativas. No han trascendido otros detalles del proyecto, más allá de que el uso de cannabis para fines lúdicos seguirá estando prohibido, y que también se aplicarán sanciones para aquellos productores que desvíen parte de los cultivos legales al mercado ilegal. El Primer Ministro, Saad-Eddine El Othmani, se ha mostrado a favor de la regulación. Ahora el Parlamento marroquí tiene unos pocos meses para tramitar la ley y aprobarla definitivamente, antes de las elecciones legislativas del próximo otoño