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El MDMA y sus efectos

El MDMA tiene tantos defensores como detractores. Se presenta como la droga de las fiestas o como una nueva y rompedora terapia. ¿Qué podemos saber?

El MDMA tiene tantos defensores como detractores. Se presenta como la droga de las fiestas o como una nueva y rompedora terapia. ¿Qué podemos saber?

Aunque se suele vender el MDMA como “molly” o “éxtasis” no suele ser la misma sustancia pura que se está utilizando en algunas de estas terapias que se llaman “rompedoras” para tratar algunas enfermedades mentales.

Cuando uno adquiere el MDMA en la calle suele venir en forma de pastilla que lleva impreso un símbolo, desde el logo de Superman, al conejo de Playboy o incluso la cara de algún famoso. Pese a que los que te lo venden llaman MDMA al éxtasis, en la mayor parte de los casos suele tratarse de diferentes sustancias prensadas (la mayor parte de las veces legales), en muchas ocasiones ni siquiera hay rastros de MDMA. Tanto sucede con el molly: pese a que el color de lo que te venden pueda parecer otra cosa en realidad contiene cristales del tipo catinona o piperazina. Molly también puede llevar MDMA pero, de nuevo, es bastante probable que no lo lleve.

El MDMA y sus efectos

El MDMA es 3,4-metilendioximetanfetamina. Pese aunque en la palabra venga la expresión “metanfetamina” y “meta” no se trata de la misma metanfetamina que uno imagina. Sin embargo, sí que es un compuesto como la anfetamina. De esta manera el MDMA suele producir efectos como pupilas dilatadas, constricción de los vasos capilares, incremento del latido del corazón y de la temperatura corporal, falta de apetito, endurecimiento de la mandíbula e incapacidad para dormir.

Esto es lo que le emparenta con otras anfetaminas como el Adderall. El MDMA no es tan adictivo como el cristal o las anfetaminas. Se discute incluso si el MDMA es menos adictivo que el juego o ver la televisión 20 horas al día, incluso que la marihuana.

Según la persona a la que se le atribuye la invención MDMA, Alexander Shulgin (no la inventó, pero esa es otra historia), explica que esta droga es “euforia pura”. “Nunca me sentí tan bien, ni creí que fuera posible”.

El MDMA entró en la categoría I de las drogas en los EE.UU en los ochenta, cuando se popularizó. Se cree que el MDMA funciona estimulando la producción de serotonina. Básicamente, enciende los receptores y los pone a funcionar a toda pastilla durante un tiempo. De hay que se crea ahora que el MDMA pueda venir muy bien para tratar la ansiedad.

Se explica, creemos que un poco mal, que el efecto del MDMA es apagar el cerebro primitivo, el que está pendiente de la supervivencia y falla en caso de ansiedad, y provocar que se enciendan estados de consciencia que se centran en vivir el presente y olvidar eso que nos está preocupando.

El MDMA puro (recordad que esto no es ni el éxtasis ni el molly), no causa daño cerebral permanente, como sucede con el cannabis. En el peor de los casos uno puede sentir algunos efectos negativos como es la falta de apetito durante un mes. Pero no daña al cerebro para siempre. Lo más importante cuando toma MDMA es hidratarse y tomar vitamina C para mantenerse lo mejor posible.

Fuente: Merry Jane

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