Un año después de la legalización total en California el mercado negro sigue siendo un quebradero de cabeza para la policía de este estado.
“Se puede hacer un montón de dinero en el mercado negro”, comenta Thomas D. Allman, sheriff del condado de Mendocio al New York Times. Este sheriff ha incautado aceite infundido con cannabis por valor de 5 millones de dólares este mes de abril. Según su opinión, “la legalización no ha impedido que sigamos trabajando”.
El gobernador de California, Gavin Newsom, considera que los cultivos ilegales en el norte de California “han empeorado, no mejorado”. Si la legalización iba a suponer un cambio radical en las políticas policiales y estos efectivos dirigidos a acabar con el mercado negro iban a estar destinados a otros menesteres parece que no lo ha conseguido.
El mercado negro californiano es considerablemente superior al de otros estados en donde el cannabis es legal. Su peso es tan importante que les está arrebatando una cifra considerable de dinero a las empresas legales. Tanto que a veces consiguen echar del negocio a los que sí pasan por el aro del mercado convencional.
Resulta irónico, en cierta medida, que las empresas que han estado todos estos años jugando con la ley para pasar su actividad ilegal por una legal sean ahora son las que demanden de la policía que persigan con mayor insistencia al mercado negro.
California resulta bastante desastrosa en cómo están planteadas las leyes para la venta de marihuana. Se supone que es legal vender en el estado pero cada condado y cada ciudad tienen sus propias leyes al respecto. Esto se transforma en que el 80% de los municipios prohíben la venta de marihuana en tiendas. Pese a que la gente votó a favor del cannabis en un 57% en términos locales pocas ciudades quieren dispensarios en su comunidad. Esto, a nadie le extraña, empuja al comprador al mercado negro.
Aunque California tiene 620 dispensarios el estado de Colorado cuenta con 562 tiendas con licencia a pesar de que su población es una sexta parte menor que la del estado del surf y las playas paradisiacas. Más licencias para dispensarios equivale, por lo general, a descenso del mercado negro.
Sin embargo, el sobrecoste de compra de la marihuana que se le aplica en California sigue siendo la razón que parece estar detrás del auge del mercado negro. El precio es muy alto en comparación con lo que se vende desde la ilegalidad. Pero aún es más alto cuando esta maría se vende en estados donde el cannabis aún es ilegal o solo parcialmente. Este es terreno abonado para el mercado negro que no tiene que esforzarse demasiado para competir en calidad y precio.