El presidente ejecutivo de la Comisión Nacional para el Desarrollo de Vida sin Drogas, Ricardo Soberón, cree que no hay que meter a militares de por medio en cuanto se trata de aplicar políticas de drogas. “Puede ocasionar más problemas que beneficios”, dijo Soberón en una entrevista reciente con Página12, en la que valoró positivamente las intenciones del nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, para cambiar las políticas de drogas y acabar con la penalización, aunque lo tildó de “poco realista”.
Al igual que Colombia, Perú lleva décadas aplicando políticas violentas para tratar de erradicar los cultivos de hoja de coca, cultivos que sirven a múltiples usos tradicionales pero que también son utilizados por el narco para producir cocaína. En Colombia, Preto está defendiendo el fin de las erradicaciones forzosas, y ha propuesto sustituir la hoja de coca por otros cultivos alternativos, como el cannabis, y también regular la producción de coca.
Soberón no va tan lejos, pero también apuesta por un pacto con los campesinos de algunos territorios en donde se cultiva de forma tradicional la coca, para controlar la extensión de los cultivos, renunciando a la erradicación violenta y tendiendo a una reducción de los mismos con aporte de ayudas públicas que incentiven el desarrollo de otros cultivos distintos. En la entrevista reconoce que el organismo que preside no dispone de financiación suficiente como para aplicar este plan en todo el país.
“Nosotros no queremos expandir nuestro plan a todo el Perú porque no tenemos los recursos ni la espalda financiera. A diferencia de la propuesta de Petro que es abierta, totalizadora e interesante, pero tengo que decirlo, poco realista. Los funcionarios colombianos tienen evidencia científica para poner en discusión varios conceptos del sistema internacional, pero una cosa es opinar en el aula universitaria y otra cosa es cuando entramos a gestionar política pública”, dijo a propósito del plan del presidente colombiano y de la diferencia de recursos económicos.
“Países como Colombia tienen agendas entrecruzadas con Europa, con Estados Unidos, con nosotros mismos, entonces por eso es que llamaría a una reflexión mayor para poder hacer aterrizar esas propuestas en cosas más específicas. Las mazorcas de maíz no se rompen, se desgranan una por una”, expresó sobre el plan de Petro.