Los estados están moviendo ficha para situarse en lo que se considera “justicia social”. Algunas infracciones que se consideran delitos, incluso penados con cárcel, se están dejando de perseguir o, incluso, descriminalizando. La marihuana está en la boca de todos precisamente porque es un claro ejemplo de droga que ha servido para agravar la injusticia social.
Que el fiscal de Nashville, Glenn Funk, decida que se deje de perseguir los delitos de posesión no es una descriminalización pero se le aproxima bastante. Ha puesto en marcha esta propuesta de manera inmediata y ha hecho una declaración contundente acerca de la marihuana: “Los cargos por marihuana hacen poco para promover la salud pública, y aún menos para promover la seguridad pública".
La prioridad ahora es perseguir los crímenes violentos, como siempre debió ser. “Nos corresponde a todos nosotros en el campo de la justicia penal buscar formas de asegurarnos de que el sistema sea justo, y esto me parece un cambio de política bastante obvio que tenía que suceder. Todos necesitamos reflexionar sobre nuestras políticas y procedimientos ", dijo Funk en una entrevista.
Según Funk, muchas personas que no son peligrosas para la comunidad están siendo arrestadas y acosadas por las leyes anti-narcóticos, arruinando sus vidas. Además, si uno combina esto con los prejuicios hacia colectivos específicos, como el de los negros, una ley que permita arrestar por posesión de pequeñas cantidades de cannabis es un arma contra esas personas que fomenta la injusticia social.
El fiscal a advertido a la policía metropolitana que no pueden saltarse esta nueva norma y hacer oídos sordos.