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Guía para consumir comestibles con cannabis

Los comestibles con cannabis son una de las formas más populares de consumo, especialmente entre quienes buscan efectos sin fumar. Sin embargo, si no se dosifican adecuadamente, pueden generar experiencias desagradables.

Los comestibles cannábicos incluyen una amplia variedad de productos que van desde galletas, brownies y golosinas, hasta tinturas, bebidas y preparados gastronómicos. Todos ellos comparten como característica que su metabolismo es hepático. A diferencia del consumo inhalado, el THC ingerido se transforma en 11-hidroxi-THC, un metabolito más potente que atraviesa la barrera hematoencefálica con mayor facilidad. Por eso, sus efectos pueden ser más intensos y prolongados.

La experiencia con comestibles varía según factores como el metabolismo, el peso corporal, la tolerancia, la cantidad ingerida y si se ha comido previamente. Esto significa que la misma dosis puede producir efectos muy distintos en dos personas. Por eso se recomienda siempre empezar con poco y avanzar despacio.

Para evitar malos ratos, el sitio especializado en cultura cannábica Leafly, ofrece orientaciones sobre cómo dosificar comestibles de forma segura y sus efectos aproximados:

  • 1 a 2,5 mg (microdosis): ideal para principiantes. Mejora del estado de ánimo, alivio leve del dolor o la ansiedad. Sin efectos perceptibles.
  • 3 a 5 mg: dosis baja. Puede producir sensación de bienestar, ligera alteración sensorial y ayuda para conciliar el sueño. Apta para personas con poca tolerancia.
  • 10 a 15 mg: dosis media. Efectos psicoactivos claros, ideal para quienes ya han experimentado con comestibles. Puede generar somnolencia y euforia.
  • 20 a 30 mg: dosis alta. Solo recomendable para personas con tolerancia desarrollada o pacientes con necesidades terapéuticas específicas.
  • 50 mg o más: dosis muy alta. Riesgo de efectos adversos como ansiedad, taquicardia o náuseas. Uso exclusivo para personas con experiencia o bajo supervisión médica.

Es fundamental recordar que los efectos de un comestible pueden demorar entre 45 y 90 minutos en manifestarse y durar entre 4 y 8 horas. Ingerir una segunda dosis sin esperar ese tiempo puede llevar a una sobredosificación accidental. En esos casos, el consumo de CBD o una comida ligera pueden mitigar los efectos no deseados.

Otro aspecto importante es la proporción de cannabinoides. Los productos con CBD y THC en proporciones equilibradas (1:1) tienden a “pegar” menos que aquellos con alto contenido de THC. Esto es especialmente útil para personas que buscan efectos terapéuticos sin alteración significativa del estado de conciencia.

Finalmente, el contexto también importa. El entorno emocional y físico influye en la experiencia. Un espacio seguro, hidratación adecuada y una actitud tranquila ayudan a que el consumo de comestibles sea placentero y provechoso.

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