En el marco de esta misma operación se han realizado tres registros en los que, además de las plantas de marihuana, se intervino 36,8 kilos de cogollos, una máquina despalilladora, una envasadora, una báscula industrial, tres escopetas, un rifle, munición, seis teléfonos móviles y dos furgonetas.

Cuatro de los detenidos, entre los que se encontraría el propietario de la finca, pertenecen a la misma familia y los otros dos, un hombre (el principal responsable) y una mujer que regentaban una tienda especializada en venta de semillas y productos relacionados con la marihuana.

 Las pesquisas comenzaron cuando unos agentes descubrieron que en una plantación dedicada al cultivo de hortalizas estaba creciendo marihuana. Esto llevó hasta el descubrimiento de 5 de los 10 invernaderos, de extensión aproximada de 6.500 metros cuadrados. Días después, la policía se personó en las instalaciones. Se localizó al dueño de esos terrenos, que en ese momento estaba con sus dos hijos y su pareja. Tras comprobar que, en efecto, allí se cultivaba marihuana, se procedió a la detención de todos estas personas.

En un registro practicado en el domicilio de los arrestados los agentes han intervenido tres escopetas, un rifle, munición y diversa documentación.

Por otro lado, analizada la documentación intervenida se ha podido inferir que el dueño de la finca había alquilado cinco viveros a dos personas que regentaban una tienda dedicada a la venta de semillas y productos relacionados con el cultivo de marihuana y que todos en connivencia trabajaban el negocio de la marihuana.

Se calcula que el valor de mercado local de toda la marihuana incautada hubiese podido alcanzar los 43.394.400 euros. En una estimación más audaz basada en la venta de este producto en el extranjero se cree que podría haber llegado a valer 390.549.600.