Cy Vance, juez del distrito de Manhattan (Nueva York), decide desestimar las órdenes de investigación de más de 3.000 casos relacionados con la marihuana. Algunos de estos se remontan hasta 1978.
La mayor parte de estos casos que han sido “desocupados” están relacionados con el consumo y posesión. En este sentido Vance está cumpliendo la promesa que se hizo a los ciudadanos de que se iba a dejar de perseguir los casos menores relacionados con el cannabis y que se revisarán las sentencias sobre este tema de manera retrospectiva. Pero cuidado, no está retirando los cargos: solo pide a los fiscales que dejen de investigarlos.
Este cambio no significa que se haya descriminalizado en las calles pero, en cierta medida, ha logrado hacerlo en las cortes de justicia. Se espera que el 96 por ciento de los casos que lleguen sean desestimados. La política general, según Vance, es la de reducir las órdenes de investigación innecesarias y reducir los cargos pendientes. Además de este “interés por la justicia” al que alude Vance para justificar estas acciones, esto también tiene una consecuencia práctica: los juzgados de Manhattan necesitan más recursos y personas para hacerse con todo el trabajo que les llega; de aplicarse esta legislación correctamente podrían liberar espacio para casos más relevantes.
En este sentido Vance no está haciendo lo mismo que Eric Gonzalez, juez del distrito de Brooklyn, que sí anunció que procederán a retirar los cargos de los casos relacionados con la posesión o el consumo de cannabis. Lo que Vance hace es, más o menos, cerrarlos.
Pese a que no se retiren los cargos, al cerrar la investigación consigue que las personas que estaban siendo investigadas puedan llevar una vida más normal. Por ejemplo, pedir una hipoteca para una casa o conseguir un trabajo es muy difícil mientras uno tiene abierta una investigación criminal. Pensad que había gente que está en ese situación desde 1978. Gente, por cierto, de la cual el 80% es afroamericana.