En la primera entrevista completa que ha concedido después de la convención del partido Demócrata, en donde aceptó ser oficialmente la candidata a la presidencia, Kamala Harris habló, entre otras cosas, de las políticas anti-droga que tratarán de sacar en caso de que Joe Biden se convierta en el siguiente presidente de los EE.UU. Harris es la apuesta más de izquierda que ha podido conseguir sin poner nerviosos a los altos mandos liberales del partido Demócrata.

Harris aseguró a Robin Roberts, periodista de ABC News, que tanto ella como Biden presentarán algún tipo de ley que sobre la descriminalización del cannabis”. Pero esto se podía haber quedado en nada si no fuese porque el propio Biden, que estaba en la entrevista, remató el comentario de Harris con lo siguiente:

"Vamos a asegurarnos de cambiar todo el sistema de forma que la justicia criminal pase del castigo a la rehabilitación. Nadie debería ir a la cárcel porque tiene una adicción a las drogas… Deberían estar en tratamiento obligatorio por drogas, por eso establecí los tribunales de drogas".

Harris, cuando su ocupación era ser fiscal del estado, no tenía una posición tan positiva hacia la planta. Es más, cumplía de manera rigurosa con su oficio. Sin embargo, desde 2019 su opinión ha cambiado bastante al respecto de la marihuana y la legalización. Ante la insistencia sobre lo que ella creía hace unos años contestó:

“Permítanme dejar esto clara, creo que necesitamos legalizar la marihuana ... Estoy absolutamente a favor de legalizar la marihuana. Tenemos que hacerlo. Hemos encarcelado a tantos, y en particular a jóvenes de color, de una manera que no lo hacemos para el mismo nivel de uso en otros hombres blancos."

En cuanto a Joe Biden, éste ha estado en contra de la legalización hasta hace bien poco con declaraciones un tanto fuera de tono y poco acertadas sobre la realidad del consumo de esta sustancia. Sin embargo, como Pablo de Tarso tras caerse del caballo, ahora ve la luz al final de túnel. Si llega a presidente, veremos qué es lo que pretende predicar en realidad. Y esperemos que llegue, porque la alternativa es terrible.