El Departamento de Agricultura de EE UU (USDA, por sus siglas en inglés) ha publicado un informe dedicado a la expansión de la industria del cáñamo en Europa en el que reconoce que el cultivo de la planta y la producción de sus múltiples derivados son productos económicos cada vez más importantes en la región. En él también se recoge que el cáñamo puede servir para reducir la huella de carbono y cumplir con los objetivos de sostenibilidad ambiental.
El informe, titulado Unión Europea: Tendencias del mercado y regulaciones para el cáñamo industrial en la Unión Europea, reúne los usos históricos del cáñamo en el continente europeo, en donde ha sido usado durante siglos como materia prima para la elaboración de textiles, fibras y alimentos. “Todas las partes de la planta se consumían en los países europeos desde la Edad Media: semillas de cáñamo, hojas, flores y extractos”, dice el informe, según cita Marijuana Moment. “El cáñamo también se ha utilizado en medicinas antiguas y como fuente de fibra para la fabricación de cuerdas o textiles”.
Actualmente hay al menos 34.960 hectáreas de tierra dedicadas al cultivo de cáñamo industrial, según los datos de la Asociación Europea del Cáñamo Industrial citados en el informe, que corresponden al año 2018. Según estos datos, de entre todos los países de la Unión Europea, Francia es el que tiene una mayor extensión de cultivo, con casi 18.000 hectáreas, seguido de Italia (4000 hectáreas) y Países Bajos (3833 hectáreas). España queda muy por debajo, con 130 hectáreas según los datos recogidos por la encuesta, que fueron elaborados en el 2019 a partir de las entrevistas a empresarios del cáñamo.
En su informe, el Departamento de Agricultura explica que la prohibición del cannabis paralizó la producción de cáñamo y llevó a los estados a una mayor dependencia de materias primas menos sostenibles basadas en los recursos fósiles. También se recogen las últimas modificaciones en la legislación de la UE referente al cultivo de cáñamo, como la aprobación el año pasado del límite legal de hasta el 0,3% de THC para los cultivos de cáñamo en el territorio de la UE, dentro de la nueva Política Agraria Común.
Según el informe, una de las motivaciones detrás de las regulaciones del cáñamo en la UE y en los distintos estados miembros es reducir el uso de combustibles fósiles y productos intensivos en carbono. “El cultivo de cáñamo ofrece una variedad de beneficios ambientales, que incluyen el almacenamiento de carbono, la prevención de la erosión, una mayor biodiversidad, un requerimiento bajo o nulo de pesticidas y la ruptura de los ciclos de enfermedades en la rotación de cultivos”, se puede leer en el informe.