El proyecto para legalizar el cannabis de uso adulto en Alemania ha sobrevivido a un intento de acabar con él. El pasado viernes el proyecto de ley fue votado en el Bundesrat, la cámara alta del país, compuesta por representantes de los distintos estados del país. Allí el estado de Baviera presentó una enmienda para acabar con el texto que no logró la mayoría necesaria para ser aprobada.
Tampoco salió adelante otra enmienda presentada por un senador socialdemócrata para que el proyecto de ley tenga que ser aprobado por dicha cámara. Una condición que, si se hubiese aprobado, hubiese dificultado más el camino legislativo del proyecto hacia su aprobación final. Y se rechazó una tercera enmienda que intentó aumentar la edad mínima de acceso al cannabis por encima de los 18 años. Pese a lograr esquivar las enmiendas más peligrosas, la discusión en la cámara acabó con un total de 80 recomendaciones para modificar el proyecto.
Una de las mayores preocupaciones expresadas por los representantes estatales es que la legalización pueda suponer una enorme carga de trabajo extra para las administraciones estatales, y solicitaron que el proyecto incluya medidas para evitar que sean las administraciones de los estados quienes tengan que asumir el costo de la implementación y control de la legalización. Como promotor del proyecto de ley, el gobierno federal deberá responder a las recomendaciones emitidas desde el Bundesrat y presentar su propuesta revisada en el Bundestag, la otra cámara legislativa, en donde el proyecto deberá enfrentar las votaciones para convertirse en ley.