Pasar al contenido principal

La medicina personalizada con cannabis gana terreno en Europa

Empresas de cannabis medicinal apuestan por la personalización del tratamiento para mejorar la eficacia clínica.

Una de las diferencias esenciales entre el cannabis medicinal y otros tratamientos convencionales radica en su capacidad de personalización. Lejos de las fórmulas estandarizadas, el tratamiento con cannabis exige comprender la forma en que cada persona metaboliza y responde a los cannabinoides y terpenos que contiene la planta.

Un estudio publicado en Current Issues in Molecular Biology en 2023 refuerza esta idea, al demostrar que la variabilidad genética influye de forma significativa en los efectos terapéuticos del cannabis, tanto positivos como adversos. En este contexto, la farmacogenómica –disciplina que estudia cómo las variaciones genéticas individuales afectan la respuesta a los medicamentos– se perfila como una herramienta clave para predecir la mejor combinación de sustancias y dosis adecuadas para cada individuo.

Somai Pharmaceuticals, uno de los actores dentro de la industria cannábica europea y ha adoptado este enfoque personalizado como pilar central de su estrategia, ofreciendo opciones para las necesidades específicas de sus pacientes. Pero más allá de los formatos, lo distintivo está en la formulación donde cada producto integra perfiles de terpenos diseñados para potenciar efectos concretos como la analgesia, la relajación o la estimulación del estado de ánimo.

Michael Sassano, director ejecutivo de Somai, explicó en entrevista con Business of Cannabis que “los terpenos no solo influyen en el aroma y el sabor, sino que interactúan sinérgicamente con los cannabinoides para modular sus efectos”. Esta interacción, conocida como “efecto séquito”, es fundamental para entender el potencial terapéutico del cannabis. Compuestos como el mirceno, el limoneno o el pineno no solo modifican el perfil sensorial del producto, sino que inciden en la absorción, la duración y la intensidad del tratamiento.

Pero la personalización no se limita a la bioquímica. En el campo de la medicina, la adherencia al tratamiento –es decir, que el usuario siga correctamente las indicaciones terapéuticas– puede determinar su éxito. Somai ha identificado que mejorar el perfil sensorial de los productos a través de terpenos agradables al gusto y al olfato favorece la constancia en su uso. “Un medicamento que huele mal o tiene un sabor desagradable suele ser abandonado antes de tiempo”, apuntó Sassano. Por eso, parte de la innovación reside en hacer del tratamiento una experiencia sensorial positiva.

Otra dimensión del enfoque personalizado es la estabilidad del producto. Los terpenos son compuestos volátiles y sensibles a factores ambientales como el calor y la luz. Somai asegura emplear procesos suaves de postcosecha para preservar el espectro terpénico original en sus formulaciones inhalables. En otros formatos, como aceites o cápsulas, los terpenos se reintroducen en proporciones precisas para garantizar una experiencia homogénea.

No obstante, el desarrollo de esta medicina de precisión con cannabis enfrenta un reto estructural y tiene relación con la falta de formación médica específica y la complejidad de los compuestos involucrados, así como la escasez de ensayos clínicos puede dificultar la prescripción, entorpeciendo una medicina cannábica centrada en la experiencia de quienes la utilizan.

Te puede interesar...

¿Te ha gustado este artículo y quieres saber más?
Aquí te dejamos una cata selecta de nuestros mejores contenidos relacionados:

Suscríbete a Cáñamo