En los últimos años, diferentes disciplinas profesionales del deporte en EEUU han reducido y eliminado la prohibición del cannabis. Este camino hacia la aceptación de los derivados de la planta parece imparable. Esta semana, la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) llegó a un acuerdo con el sindicato de jugadores para reducir las multas por dopings positivos y aumentar los umbrales de THC permitidos.
El acuerdo empezará a regir a partir de hoy y establece que una muestra positiva de THC incrementará su umbral de 150 ng/ml a 350 ng/ml, lo que significa más del doble. En caso que los jugadores superen el límite, deberán abonar una multa de quince mil dólares (14.172 euros). Si vuelven a cometer la infracción, el pago se elevará a 20 mil dólares (18.886 euros) y en una tercera ocasión los jugadores no cobrarán el pago de un partido completo. En la cuarta reincidencia, se extenderá a dos partidos completos. Anteriormente, las sanciones eran superiores al doble de lo que serán desde ahora.
Entre otro de los puntos importantes de las nuevas reglas de dopaje de THC en el fútbol americano, los jugadores tan solo deberán someterse a pruebas toxicológicas en el inicio de los entrenamientos después del receso y el primer partido de pretemporada.
La apertura de la NFL hacia el cannabis comenzó en 2020. Cuando sucedía la pandemia del Covid-19, las ligas deportivas de EEUU aplicaron reformas para que no se interrumpiera el desarrollo de su temporada y aprovecharon para realizar pruebas de flexibilización con los dopajes de marihuana. El fútbol americano fue uno de los primeros, pero también lo hizo el baloncesto y el béisbol.