En los últimos años la aplicación de estrategias de reducción de riesgos en el consumo de drogas ha aumentado. Esta estrategia nació vinculada al uso de drogas inyectadas y se ha extendido a otro tipo de consumos de sustancias ilegales con el paso del tiempo. Sin embargo, una de las sustancias más consumidas en el mundo y una de las que más muerte provoca no ha sido abordada desde este punto de vista.

Hablamos del tabaco, concretamente del consumo de cigarrillos. Desde hace unos meses la ONG colombiana Acción Técnica Social está llenando este vacío con el proyecto Reducción de riesgos y daños en consumo de nicotina. El proyecto acaba de lanzar un vídeo en el que se explica la diferencia entre la nicotina y el uso fumado de tabaco y ofrece información sobre los riesgos asociados al consumo de cigarrillos. Además de explicar en qué consiste el abordaje de reducción de riesgos se dan algunos consejos para aplicarlos en el caso del consumo de tabaco.

La reducción de riesgos está pensada para aquellas personas que no pueden o no quieren dejar de consumir sustancias. Se basa en la evidencia científica y en el respeto a los derechos humanos, y se realiza desde una perspectiva de salud pública. Algunas estrategias de reducción de riesgos y daños son ofrecer información rigurosa sobre el efecto de las sustancias y sin prejuicios sobre las personas consumidoras, facilitar material de consumo seguro u ofrecer análisis de sustancias, como los que realizan proyectos como Échele Cabeza (Colombia) o Energy Control (España).