A un australiano le sacan una bolsa con marihuana que guardaba en su nariz desde hacía 18 años. La guardó cuando era preso y la olvidó allí. Una maría de bouquet incunable.

El australiano, cuyo nombre no ha trascendido, acudió al hospital de Westmead en Sidney para remediar una molestia profunda en nariz y cabeza. Pese que en principio no daban con lo que estaba pasando, no tardaron mucho en ver mediante un escáner lo que allí se estaba cociendo. Un plato a fuego lento: 18 años de maceración en una de las zonas por donde pasa todo el oxígeno del cuerpo humano.

En la fosa derecha encontraron un bulto que resultó ser una cápsula de goma con marihuana dentro. Después de que le interviniera con anestesia general salió el stash a mejor resguardo de la historia (tal vez). Esta persona reconoció que esa bolsita se la metió en su nariz hace 18 años, cuando aún estaba en prisión.

Por entonces, su novia le dio un regalo de cumpleaños mientras le vistió en la cárcel: un poquito marihuana. Esta persona lo guardó en el mejor sitio posible. Tan bueno resultó el lugar que acabó por olvidarlo. En realidad, dice él dice que intentó sacarlo pero que no pudo y creyó que se le había caído por la garganta. Pues no, ahí seguía.

El caso ha sido documentado por el mismo hospital donde se lo sacaron porque es muy extraño que este tipo de situaciones se den. Se les llama “rinolitos”, objetos que se quedan alojados en la nariz. Al que le sucede puede continuar con su vida de manera más o menos normal mientras algo crece y crece en sus fosas nasalesl. Son casos raros (1 de cada 10.000). Suceden con pequeñas semillas que se desvían, dicen que hasta dientes… y ahora maría.