En 2018, Luxemburgo se convirtió en uno de los primeros países de Europa en promulgar una ley que garantiza el acceso de los productos terapéuticos del cannabis. Sin embargo, el Ministerio de Salud empezará a restringir algunos derivados de la planta, ya que los pacientes no podrán acceder a flores que contengan alto contenido de THC, a pesar de que cuenten con una receta médica.
La propuesta para restringir la prescripción de flores de cannabis con un alto contenido de THC para uso medicinal provino de un informe del año 2022 realizado por la División de Farmacia de la cartera sanitaria, tras detectar supuestas irregularidades en el proceso de otorgamiento de las recetas médicas. La ministra de Salud, Martine Deprez, respaldó la recomendación y aseguró que falta evidencia científica que respalde los tratamientos con cogollos con alto contenido de THC. Esta postura es errónea, ya que existen varios estudios que han demostrado la eficacia de la vaporización de THC para combatir los efectos secundarios de las quimioterapias y otras enfermedades de distintas índoles, como el estrés postraumático o el glaucoma.
“El consumo excesivo de cannabis puede plantear grandes peligros. Además, no existen conclusiones médicas que demuestren la eficacia de este tratamiento. La dosificación y administración también resultan difíciles”, dijo Deprez, en diálogo con el medio local Lequotidien. El gobierno de Luxemburgo pretendería en el futuro restringir también el acceso de las flores con alto contenido de CBD y tan solo se podrían prescribir aceites u otros elaborados farmacéuticos para fines medicinales. A pesar del retroceso, el país mantendría el derecho del autocultivo.