En octubre se celebró el quinto aniversario del inicio de las ventas legales de cannabis adulto en Maine llegando con un panorama de estabilidad. La Oficina de Política sobre el Cannabis (OCP) presentó un informe que refleja el cierre de una etapa de crecimiento acelerado y la entrada a una fase de consolidación del mercado. En 2024 se alcanzó un pico histórico de ventas por más de 240 millones de dólares y las proyecciones para 2025 mantienen esa línea, con una estimación de 248 millones.
El director de la OCP, John Hudak, explicó que este comportamiento sigue una curva esperable en las nuevas industrias que, tras una expansión inicial intensa, llega un punto de equilibrio donde la oferta cubre la demanda.
En cuanto al territorio, los condados de York y Cumberland, en el sur del estado, concentran cerca del 60% de las ventas, combinando mayor densidad comercial con un gasto medio por usuario más alto. En el norte, las ventas han disminuido, afectadas por la caída del turismo canadiense.
Otro indicio de madurez es la baja del ingreso promedio por tienda, que cayó un 17% según la OCP. La competencia creciente y la reducción de precios explican en parte este ajuste, junto a un ticket medio que también ha descendido. Las tiendas deben ahora competir por calidad, cumplimiento normativo y servicio.
Lejos de cualquier sensacionalismo, Maine ofrece un ejemplo de mercado regulado que ha dejado atrás la euforia inicial y ahora se estabiliza con reglas claras. Para una política pública basada en salud y derechos, esta etapa representa una posibilidad a la hora de acompañar con transparencia, tributar de forma correcta y sostener la legalidad frente al mercado ilícito.