Las autoridades de Marruecos consiguieron realizar una incautación récord de hachís a finales de la semana pasada. La Dirección General de Seguridad Nacional (DGSN) de Marruecos logró paralizar un cargamento con 31 toneladas y 197 kilos de hachís que estaba a punto de ser enviado rumbo a Europa a través de su transporte marítimo a España. Los agentes han detenido a una única persona por el momento, un hombre de 61 años.
Según la información de la Agencia Marroquí de Prensa, en la operación participaron varias brigadas policiales distintas, que actuaron sobre un almacén situado a las afueras de la ciudad de Tánger. Allí encontraron un gran remolque de refrigeración con una gran cantidad de frutas dentro. La mayoría de las piezas de fruta eran artificiales y en realidad contenían hachís en su interior, que había sido envuelto y pintado para asemejar su forma y color al de naranjas y otras frutas.
El hachís había sido camuflado con la forma de las frutas para facilitar su salida de Marruecos a España como productos agrícolas destinados a la exportación. La policía está convencida de que el detenido está vinculado a una red criminal dedicada al tráfico internacional de drogas. Como único sospechoso está siendo investigado con el fin de identificar a todas las posibles personas implicadas y determinar todas las ramificaciones regionales e internacionales posibles de la red criminal.