La producción de cannabis regulado de Marruecos se multiplicó catorce veces el año pasado. Así lo aseguró la Agencia Nacional de Reglamentación de las Actividades Relativas al Cannabis (ANRAC) en su último balance difundido días atrás. En este documento se detalla que en todo 2024 se cosecharon 4.082,4 toneladas de flores, mientras que en el período anterior se habían logrado 294 toneladas de flores.

Según fuentes del ANRAC, en diálogo con la agencia EFE, la superficie destinada al cannabis legal se situó en 2.169 hectáreas durante el año pasado, en las que trabajaron 2.647 pequeños campesinos agrupados en unas 189 cooperativas. En total, el gobierno marroquí repartió 3.371 licencias productivas que, en su gran mayoría estuvieron destinadas para las tareas de cultivo. Unas 315 habilitaciones se entregaron a compañías que se repartieron las actividades de transformación, comercialización, exportación, importación, transporte y manejo de viveros.

El objetivo del gobierno marroquí con la legalización, que funciona exclusivamente las tres provincias rifeñas de Alhucemas, Chaouen y Taounat, es mejorar el nivel de vida de cerca de 60 mil familias que viven del cannabis y que generalmente son propietarios de pequeñas extensiones de tierra. El pasado agosto, el rey Mohamed VI concedió por primera vez indulto a 4.831 cultivadores tradicionales que habían sido procesados y condenados que se habían dedicado durante décadas a esta actividad cuando era ilícita. De acuerdo con un reciente informe del Ministerio de Interior marroquí, la superficie destinada al cultivo de cannabis ilegal bajó en un 79 % y pasó de 134 mil hectáreas en 2003 a 27.148 hectáreas en 2023.