Marruecos ha cosechado las primeras plantaciones de cannabis legal cultivadas con permiso del Gobierno. El año pasado el Gobierno otorgó las primeras diez licencias a empresas para el cultivo de cannabis no psicoactivo con fines medicinales e industriales, y ahora se han cosechado los frutos de las primeras plantaciones, que han sido enviadas a las empresas autorizadas para su transformación posterior.
Según El Faro de Ceuta hace unos días que el cannabis cultivado ha salido de los campos de cultivo a las empresas de producción. En las próximas semanas y en los meses siguientes el cannabis será usado para elaborar derivados medicinales como aceites, otros cosméticos o textiles. Los productos del cannabis crudo o elaborado podrán llegar tanto a empresas nacionales como a empresas internacionales.
El Gobierno de Marruecos aprobó la legalización del cultivo de cannabis no psicoactivo hace dos años. La ley creó una Agencia Nacional de Regulación de las Actividades Cannábicas (ANRAC), que es la encargada de emitir las licencias de cultivo y transformación del cannabis, mientras que el cultivo de cannabis se deja en manos de cooperativas de agricultores creadas específicamente para el cultivo de cannabis con licencia.
Marruecos es un país que tradicionalmente ha cultivado cannabis, y aún con la prohibición de la planta, los agricultores la han cultivado en condiciones de ilegalidad y venden cogollos o hachís en el mercado negro, muchas veces como única fuente de recursos económicos. La regulación de la producción de cannabis fue un proyecto impulsado con el fin de atraer inversión al país y regularizar una parte de las extensiones agrícolas destinadas al cultivo de cannabis. Sin embargo, pese a las intenciones expresadas por el Gobierno, muchos agricultores recelan de las supuestas ventajas que puede ofrecerles la regulación.