En Reino Unido, el acceso al cannabis medicinal tiene una regulación desde el año 2018. Sin embargo, una reciente investigación ha revelado que más del 21% de los policías creen que los usos terapéuticos de la planta siguen siendo ilegal.
Si bien el 71,5% de los encuestados sabía que el cannabis es legal con receta, el 21% pensó que no era legal y el 7,5% dijo que no estaba seguro. Casi una cuarta parte dijo que nunca había recibido ninguna formación formal sobre este tema, mientras que poco menos de la mitad (42/5%) creía que la formación que recibió era "inadecuada".
El 88,5% de los agentes de policía encuestados dijeron que creían que se beneficiarían de una mayor formación sobre productos a base de cannabis para uso medicinal (CBPM, por sus siglas en inglés), incluido cómo identificar a los destinatarios de cannabis recetado legalmente.
También se preguntó a los agentes de policía sobre las medidas que habían adoptado al encontrarse con pacientes que afirmaban que se les había recetado cannabis. En total, el 40% afirmó haberse encontrado en esta situación. Las respuestas más habituales fueron pedir pruebas a la propia persona, comprobar la legitimidad de su afirmación con un profesional sanitario y pedir consejo a un colega. En el 7,5% de las respuestas dejó en evidencia que los participantes habían detenido detenido o arrestado a un usuario terapéutico de cannabis y que un 2,5% confiscaron el cannabis del individuo.