El pasado sábado el centro de Madrid volvió a ser el núcleo de la reivindicación por el derecho al libre uso de la planta del cannabis para personas adultas. La Marcha Mundial de la Marihuana —reconvertida en concentración a última hora por imposición de la Delegación del Gobierno— tuvo lugar en la céntrica Puerta del Sol, congregando a miles de manifestantes que vistieron de verde la plaza y gritaron a las autoridades que ya es hora de acabar con la prohibición del cannabis.
Aunque inicialmente iba a ser un recorrido por las calles de la capital, a última hora los organizadores comunicaron que la Delegación del Gobierno había ordenado cambiar el recorrido por una concentración, de modo que la protesta se realizó únicamente en la Puerta del Sol. Allí se congregaron los miles de asistentes, portando globos verdes, disfraces y numerosas pancartas. Luego, tras unas horas de música, celebración y reivindicación, la concentración tuvo que disolverse por orden de la policía una hora antes de lo previsto.
La marcha pidió la despenalización de la planta como primer paso en la legalización. Es posible hacerlo, sólo hace falta “voluntad política”, dijo la portavoz de la marcha, Patricia Amiguet, en declaraciones recogidas por la agencia EFE. “Es necesaria una ley que regule el cannabis, porque es algo que ya existe, está funcionando y está funcionando en un ámbito gris donde no supone ningún beneficio a ningún nivel para el conjunto de la sociedad. Es necesario ordenar lo que existe”, expresó Amiguet.