Unas 200 personas amantes del cannabis, entre activistas, usuarios y pequeños vendedores, se reunieron el pasado domingo en un local de Dublín para participar en un evento reivindicativo dedicado al consumo y la compra-venta de marihuana y hachís. El evento fue organizado por el Major Group for Cannabis Reform, un grupo de activistas irlandeses que ya han anunciado nuevos eventos de desobediencia civil como este.
Según explicó el activista Martin Condon al diario Sunday World, en la planta baja del local se instalaron unos diez vendedores de productos, que estuvieron vendiendo productos de cannabis ilegales como cogollos, hachís, productos comestibles, aceites y bebidas infusionadas. En la planta superior había una sala de estar con música y allí los asistentes estuvieron consumiendo cannabis y realizando otras actividades.
“Entre las casi 200 personas que estaban allí, diría que había más de 100.000 euros, tal vez más”, dijo el activista, quien señaló que el evento no tenía ninguna relación con el crimen organizado y que sólo podía criticar que muchas de las cosas que se ofrecían eran importadas. “Gran parte del cannabis que había era importado, pero le dimos a la gente la oportunidad de no comprarle a algunos de los grupos de crimen organizado más grandes y comprar a personas más pequeñas que podrían haber estado comprando cosas para ellos mismos y vendiendo un poco extra para cubrir el costo de sus propias cosas”.
Al final de la velada se encendió un cañón de humo alimentado con pequeños cogollos y hojas de la planta del cannabis, un soplador de hojas transformado en un enorme bong a motor que escupió humo durante unos minutos. Aunque un restaurante cercano se quejó del olor que salía de las ventanas del local, ningún agente de la policía se enteró de que se estaba celebrando el evento y la velada transcurrió sin problemas.