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Ocho de cada diez personas usuarias sustituyen fármacos por cannabis

Un reciente sondeo en Estados Unidos revela que casi el 80% de quienes consumen cannabis lo utilizan como alternativa a medicamentos de prescripción. Este hallazgo llega en un momento de intenso debate sobre el impacto económico, sanitario y social de esta práctica.

El estudio, realizado por la plataforma de telemedicina cannábica NuggMD, encuestó a 485 personas usuarias de cannabis con la siguiente pregunta: “¿Usas cannabis como reemplazo de medicamentos de prescripción?”. Los resultados destacaron que el 79,6% respondió afirmativamente, mientras que solo el 20,4% indicó que no. Extrapolando los datos a nivel nacional, se estima que unos 40 millones de estadounidenses podrían estar recurriendo al cannabis para tratar dolencias que tradicionalmente se manejaban con fármacos convencionales.

Andrew Graham, responsable de comunicaciones de la plataforma de telemedicina, afirmó que este fenómeno representa un desafío directo para la industria farmacéutica. “El efecto sustitución es real y está costando miles de millones en pérdidas anuales a las grandes farmacéuticas”, señaló en declaraciones a Marijuana Moment.

Graham también subrayó que la prohibición federal del cannabis en Estados Unidos ha favorecido a estas compañías al mantener la demanda de opioides y otros medicamentos potencialmente adictivos. Según él, la legalización plena podría reconfigurar el mercado de tratamientos para el dolor y otras condiciones crónicas.

A la par de estos datos, otros estudios refuerzan la tendencia observada. Investigaciones recientes han indicado que la legalización del cannabis se asocia con una reducción significativa en la prescripción de opioides y un descenso notable de las sobredosis mortales. Por ejemplo, un estudio publicado en BMJ Open concluyó que el cannabis para el tratamiento de dolor crónico no oncológico podría ofrecer resultados comparables a los opioides, pero con menores riesgos de efectos adversos y dependencia.

Otro aspecto destacado del sondeo de NuggMD es que la mayoría de las personas encuestadas no disponía de una tarjeta médica oficial para el uso de cannabis. Esto indica que el efecto sustitución no se limita a la población registrada en programas estatales, sino que abarca a un segmento más amplio de la sociedad que utiliza el cannabis de manera autónoma como herramienta terapéutica.

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