Países Bajos está teniendo algunos problemas para poner a punto el programa nacional de producción de cannabis. La previsión inicial del programa es que para este otoño pudiesen estar listas las cosechas y productos de cannabis, pero parece que algunos de los municipios escogidos para el programa no creen que puedan llegar a tiempo para septiembre u octubre. El programa fue presentado en 2019 por parte del Gobierno como una iniciativa para acabar con el mercado negro de cannabis en el país, que es el que suple de cannabis a los coffeeshops.
A pesar de su larga tradición, los coffeeshops (que son legales) no tienen más remedio que abastecerse de cannabis de forma ilegal porque la producción de cannabis nunca ha sido legalizada en Países Bajos. Para entregar las licencias del programa piloto el año pasado el Gobierno realizó un sorteo entre los municipios que se apuntaron al proyecto, y seleccionó a diez de estos, que serán los encargados de albergar los cultivos y la producción de cannabis durante los cuatro años que dure el experimento.
Según la información publicada por la cadena de radio NOS, el alcalde de Arnhem, uno de los municipios que participa en el programa, advirtió que el proyecto del municipio todavía tiene demasiadas incertidumbres sobre el proceso completo. El alcalde aludió explícitamente a la producción de hachís para decir que necesitaban más tiempo para cumplir con el suministro. Los productores deberán producir al menos diez tipos diferentes de productos de cannabis y etiquetarlos con el contenido de THC. Según el esquema del proyecto, todos los coffeeshops de los municipios participantes deberán abastecerse por esta vía durante el tiempo que dure el programa.