¿Peligra la venta de marihuana en las farmacias de Uruguay?
Los representantes de las farmacias se reunieron con el presidente del Banco Central (BCU) para tratar de encontrar una solución al problema del dinero del cannabis.
Los representantes de las farmacias se reunieron con el presidente del Banco Central (BCU) para tratar de encontrar una solución al problema. Las matrices de los bancos uruguayos no aceptan el dinero de la marihuana por considerarlo ilegal.
Hace unas semana contábamos que informábamos del asunto que las farmacias uruguayas estaban sufriendo. El banco Santander amenazó con cerrar una cuenta de una de estas farmacias porque su matriz considera que si continúan los ingresos pueden ser denunciados por asuntos relacionados con el tráfico de drogas o el blanqueo de dinero. Poco después se le unieron otros bancos locales como el Estatal de la República. Comenzó a percibirse entonces que el negocio en farmacias estaba en serio peligro.
Esta situación, que es similar a la de EE.UU. en la que los dispensarios deben recurrir a estratagemas para poder ganar su dinero legal, está despertando bastante inquietud y algunas farmacias se han planteado abandonar la venta.
La Asociación de Farmacias y el BCU estuvieron buscando una solución al problema pero según les comunicó Mario Vergara, presidente del BCU, no hay expectativas" de que eso ocurra hasta que Estados Unidos no apruebe una ley que habilite a los bancos de ese país a trabajar con dinero obtenido del cannabis legal.
Que las farmacias puedan operar con ese dinero y los bancos depende de los EE.UU. Así están las cosas.
Según El Observador, Santander, el Scotiabank y el Banco República ya han cerrado cuentas de empresas que trabajan con cannabis. Pese a que el Brou cerró unas cuentas de un productor de cannabis y un asociado de este último, no tiene una postura definitiva sobre el asunto pues su junta directiva no se reunió aún.
¿La culpa es de los bancos? Sí y no. La Convención de Viena de la Organización de Naciones Unidas considera que la marihuana es ilegal y las corresponsalías que trabajan con los bancos están adheridas a esta convención, lo que significa que no pueden trabajar con las entidades financieras. Y esto último no les hace gracia a los bancos: estas corresponsalías son las que mueven el dinero de los bancos en el exterior (como es el caso de los negocios de importación-exportación).
La primera farmacia que ya ha dejado de vender es la Pitágoras de Malvin Norte tras su altercado con el Santander.
Mientras esto sucede la gente sigue comprando y desabasteciendo las farmacias. El negocio va bien y pero todo parece enfocado a ponerle palos a la rueda de la bicicleta de la legalización.