Una investigación internacional encuentra evidencias en China de que hace 2.500 años se utilizaba marihuana en rituales de enterramiento.
La evidencia más notable que parece confirmar esta afirmación es una especie de bong que se ha encontrado en unas montañas de Asia central. Se especula que ese bong, un cuenco en realidad, era utilizado para quemar el cannabis y aspirar el humo durante los ritos funerarios. Al igual que con otro tipo de drogas, lo más probable es que el uso que se le daba fuese religioso y el chamán al cargo del enterramiento usaría la maría para ponerse en contacto con los dioses, aunque todo esto último es pura especulación pues carecemos de documentos escritos al respecto. Lo cierto es que el cuento se ha encontrado junto a un depósito funerario.
Los resultados de esta investigación se han publicado en Science Advance. El lugar donde se han encontrado estos restos se sitúa en la cordillera del Pamir, en la frontera entre China y Tayikistán. La conclusión a la que se llega de que el cuenco se utilizaba con cannabis viene de otros registros que aún no habían podido ser contrastados. Por ejemplo, el historiador Heródoto (circa 484 a.C) ya contaba en sus obras que en ciertas partes de Asia se quemaba el cáñamo en cuencos y se inhalaba en humo en rituales funerarios.
Pese a que ya era conocido que el cáñamo se cultiva desde hace más de 5.000 años por esa misma zona no se tenían aún evidencia tan sólida como esta para contrastar todo lo que ya se sabía de antes. Como en otras partes del mundo, el cáñamo se utilizaba en Asia para fabricar telas o cuerdas, incluso como alimento, aunque se especulaba con que pudiera usarse también por sus propiedades psicoactivas. Este último descubrimiento viene a confirmar que también la tomaban para colocarse desde hace más de 2000 años, aunque solo fuese dentro de un contexto religioso.
En 2013 se encontraron serias evidencias también en China del uso de cannabis en rituales, también cerca de Pamir. Se trataba de un asentamiento del año 50 a.C. En cementerio de ese lugar se hallaron restos de una persona enterrada con objetos como platos, harpas y cuencos de madera. Algunos de los cuencos contenían piedras con hollín, como si algo se hubiera quemado en su interior, lo que hizo pensar en el relato de Herodoto. Mediante una colaboración con el Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana de Alemania, los arqueólogos extrajeron materia orgánica de los cuencos y las piedras y la analizaron mediante una técnica llamada cromatografía de gases y espectrometría de masas, que permite detectar la huella química de una sustancia. Mediante esta técnica encontraron restos de THC.
Pese a que haya que tomarse el descubrimiento con cierta cautela parece que se confirma que los antiguos utilizaban la planta más allá de su uso material. Según Robert Spengler del Max Planck Institute: “Los humanos siempre hemos buscado plantas con metabolitos secundarios que tienen un efecto en el cuerpo humano. Los humanos premodernos tenían una comprensión íntima de las plantas que los rodeaban, así que los resultados de este estudio no deberían ser sorprendentes para nadie”.