Despenalizaciones de la EEUU
En mayo de 2019 la ciudad de Denver (California) marcó un hito en la historia reciente de las drogas cuando sus habitantes aprobaron la despenalización del uso de los hongos psicodélicos. La medida hizo de la persecución del cultivo, el transporte y el uso personal de hongos psilocíbicos la última prioridad para la policía del condado, y prohibió el uso de recursos o dinero de la ciudad para imponer sanciones penales.
La votación fue impulsada por activistas de la plataforma Decriminalize Denver, y siguió el modelo que en su día tuvieron las medidas de despenalización del cannabis en la ciudad. Un mes más tarde la ciudad de Oakland fue un paso más allá y despenalizó el uso de varios psicodélicos de origen natural, como los hongos, la ayahuasca o la ibogaína, en este caso a través de una votación en el pleno del Ayuntamiento.
En enero de este año la ciudad de Santa Cruz siguió los pasos de Oakland y el Ayuntamiento de la ciudad aprobó la medida por unanimidad. Las medidas no cambian el estatus legal de los hongos y plantas psicodélicas, que siguen siendo ilegales para comprar, vender o poseer, según las leyes federales.
Numerosas ciudades del país están tratando de seguir el ejemplo, con activistas locales trabajando en la recogida de firmas para una votación o dialogando con los concejales para introducir la medida a través de los consistorios. Según el grupo Decriminalize Nature, que está detrás de buena parte de los esfuerzos, hay hasta 100 ciudades en el país que están intentando introducir este tipo de medidas. En enero el grupo de Oakland anunció que quería ir un paso más allá y conseguir la legalización de la venta y el cultivo de estas sustancias enteogénicas en la ciudad.
En Washington D.C. los activistas consiguieron presentar este junio las firmas necesarias para que en noviembre se realice una votación popular destinada a despenalizar los psicodélicos en el territorio del distrito. En algunos estados como California los activistas están tratando de introducir medidas que afecten a todo su territorio y también hay planes más ambiciosos para alcanzar el nivel federal y afectar a todo el país.
El movimiento activista ha calado en algunos políticos de envergadura, como el caso de Alexandria Ocasio-Cortez, la congresista más joven de la historia de los EE UU, quien defendió la despenalización del uso y la investigación con psicodélicos en la Conferencia Internacional sobre Políticas de Drogas celebrada en octubre de 2019. También la legisladora de la asamblea del estado de Nueva York, Linda Rosenthal, presentó una propuesta de despenalización de la psilocibina a principios del pasado mes de mayo. Su propuesta para la despenalización de la psilocibina es una de las primeras que presenta un legislador, en lugar de un grupo activista, para todo el territorio de un estado.
Ciencia Psicodélica
En septiembre del año pasado un grupo de científicos de la Universidad de Miami desarrolló una cepa de la bacteria E. Coli que produce psilocibina, el compuesto activo de las setas psilocibias responsable de sus efectos alucinógenos. Los investigadores consiguieron un tipo de E. Coli que consiguió producir 1,16 g/L de psilocibina, la mayor cantidad de psilocibina producida utilizando un organismo genéticamente modificado. Hasta ahora la producción de psilocibina se ha desarrollado a través de cultivos de hongos, que requieren mucho tiempo y espacio, o a través de la síntesis del compuesto, dos vías que resultan caras comparados con la producción biosintética como la desarrollada por el equipo científico.
Son muchos los estudios que se están realizando con diferentes psicodélicos para tratar de ver qué beneficios tienen sobre el organismo humano y cómo pueden ser utilizados. A finales de 2019 científicos estadounidenses y británicos publicaron los resultados de un primer ensayo clínico destinado a estudiar el efecto del LSD sobre el Alzheimer, una investigación inédita hasta la fecha. El objetivo de este primer ensayo, en el que participaron 48 personas de entre 55 y 75 años, era comprobar una serie de parámetros que garanticen que la administración de microdosis de LSD en personas mayores es seguro, y así poder llevar a cabo futuros ensayos para evaluar el efecto de las microdosis de LSD sobre esta y otras enfermedades en personas de edad avanzada. Investigaciones anteriores han demostrado que los psicodélicos como el LSD tienen propiedades antiinflamatorias en los receptores cerebrales 5-HT2A, por lo que podría servir para tratar la neuroinflamación que aparece asociada a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
De entre los psicodélicos las investigaciones más avanzadas para su futuro uso se están realizando con MDMA y psilocibina. Ambas han alcanzado la Fase 3 de los estudios clínicos, la última que debe ser completada antes de que su uso pueda ser aceptado por las agencias de medicamentos. En el caso de la MDMA están a punto de completarse los ensayos, mientras que en el caso de la psilocibina se están poniendo en marcha en varias ciudades del mundo, entre ellas Barcelona. Se espera que en los próximos dos o tres años ambas sustancias estén aprobadas para su uso médico en determinados casos.
¿Una calada, señor juez?
Merecen ser mencionados en el apartado de los grandes desacatos el caso de un joven de EE UU que durante el juicio por posesión de cannabis tuvo la valentía (o lo que sea eso) de ponerse a fumar marihuana delante del estrado. Ocurrió en enero, el acusado aprovechó su tiempo de defensa para soltar unas palabras sobre la necesidad de una ley del cannabis y acto seguido sacó de su bolsillo un canuto, se lo colocó en la boca y lo prendió con una caja de cerillas. El joven fue inmediatamente conducido fuera de la sala por uno de los agentes de seguridad y puesto bajo arresto, y fue acusado de nuevo con un segundo cargo por delito de posesión de marihuana, además de por conducta desordenada.