Publicado en Scientific Report en el 2020, sugiere de manera muy atrevida que un solo “viaje” de psilocibina puede cambiar cómo percibes la realidad para siempre y para bien. Según el artículo, la psilocibina puede ayudar a forjar nuevas redes neuronales, ayudando a las personas a deshacerse de comportamientos y patrones de pensamiento dañinos.
La diferencia de este estudio con otros que hay sobre la misma materia es que aquí han puesto el foco en los efectos a largo plazo de la psilocibina. Doce voluntarios sanos tomaron una sola dosis alta de psilocibina (25 mg por aproximadamente 70 kg de peso) y completaron una batería de medidas y evaluaciones de tipo estándar. Estos midieron el estado de ánimo, la ansiedad, la depresión, el estrés y los efectos negativos y positivos un día antes, una semana después y un mes después de la dosis de psilocibina. El afecto se refiere a las emociones, los sentimientos o el estado de ánimo de un individuo.
Se compararon las respuestas del antes y del después en los diversos chequeos mensuales para comprobar si se produjeron cambios sustanciales. Además, se complementaron estos descubrimientos con mediciones de fMRI para comprobar cómo afecta la psilocibina a los estímulos emocionales y también para conocer si esta sustancia tiene efectos a largo plazo en las conexiones neuronales.
Estos son los efectos positivos que reportaron durante la investigación: Mejores funciones cognitivas, de memoria, imaginación y habilidades del lenguaje, así como una mayor resistencia física (esto sí que es bastante inesperado). La explicación a esto es bastante técnica pero se sugiere que los patrones de conectividad en el cerebro están formados por sinapsis que unen estructuralmente diferentes partes del cerebro. De esta manera, el nivel de conectividad en el cerebro afecta críticamente la forma en que las redes neuronales procesan la información. Si la psilocibina mejora la conectividad se cree que aumenta la velocidad de sinapsis y permite que se mejoren las capacidades mentales descritas.
El efecto más esperado, y no por eso menos celebrado, es que parece que la psilocibina aleja los pensamientos negativos y mantiene a la persona en un estado de “buenas vibraciones”. Se podría decir que la psilocibina nos ayuda a ver la vida de manera más positiva.
Si estos experimentos pueden ser replicados o confirmados no descartemos que en unos años volvamos a las terapias psicológicas basadas en psicodélicos. Y si funcionan tan bien como comentan, no descarten un mundo feliz. Sí, un mundo feliz, no uno más feliz.