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Psilocibina y mindfulness podrían aliviar la depresión en personal sanitario

Un ensayo clínico aleatorizado realizado en Estados Unidos estableció que combinar una dosis de psilocibina con un programa de mindfulness acelera la reducción de síntomas depresivos en personal sanitario con agotamiento post-COVID, sin efectos adversos graves.

La investigación fue liderada por el Huntsman Mental Health Institute (Universidad de Utah) y la Universidad de California San Diego. Ambos grupos fueron seguidos durante ocho semanas, con una evaluación de síntomas dos semanas después del tratamiento y otra al sexto mes. El grupo que recibió psilocibina mostró una mejora significativamente mayor en el cuestionario de síntomas depresivos QIDS-SR-16, con una diferencia estadísticamente relevante frente al grupo de control y no se reportaron efectos adversos graves.

El estudio también midió niveles de burnout, desmoralización y sensación de conexión. Aunque las diferencias en estos indicadores fueron menos consistentes, el grupo con psilocibina tendió a mejorar en varios aspectos. A los seis meses, el 53,8% del grupo que recibió psilocibina presentaba remisión de la depresión, frente a un porcentaje menor en el grupo control, lo que plantea la posibilidad de incorporar sesiones de refuerzo para sostener el efecto a largo plazo.

Un elemento innovador del estudio fue su enfoque grupal. A diferencia de los modelos individuales, el uso de sesiones colectivas reduce la carga de recursos y facilita dinámicas de apoyo entre pares. Este diseño podría ser especialmente útil para profesionales que, además de los síntomas psicológicos, enfrentan aislamiento social y estrés estructural dentro del sistema sanitario.

Como toda investigación piloto, el estudio tiene limitaciones al ser una muestra pequeña, con una población homogénea y diferencias en la intensidad de las intervenciones. Por lo anterior, los autores subrayan que sus hallazgos no deben extrapolarse fuera del contexto clínico controlado. La intervención incluyó preparación, acompañamiento terapéutico y seguimiento profesional.

Los resultados se suman a una creciente base de evidencia que apunta a un uso terapéutico de los psicodélicos. En este caso, se muestra cómo pueden convertirse en herramientas viables para aliviar el malestar emocional de quienes sostienen los sistemas de salud. Sin embargo y a esta altura, la urgencia no es discutir si debe investigarse más, sino cómo garantizar acceso ético, seguro y supervisado a intervenciones que están mostrando eficacia.

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