Según la Sociedad Internacional de Medicina Sexual, alrededor del 40% de las mujeres del mundo padecen el trastorno orgásmico femenino. Se trata de una disfunción sexual que se caracteriza por un retraso, infrecuencia o ausencia total del clímax que puede ser ocasionado por diferentes causas, como la ingesta de determinados medicamentos, padecer otras enfermedades o tan solo estrés. Pero el cannabis puede ser una amiga que devuelva el placer.
Días atrás se publicó una investigación científica en la que se reportó que una gran mayoría de mujeres tuvo notables mejorías en su placer sexual gracias al uso del cannabis. “Entre las encuestadas que informaron dificultades para alcanzar el orgasmo, el consumo de cannabis antes de tener relaciones aumentó la frecuencia de los orgasmos (72,8%), facilitó el orgasmo (71%) o mejoró la satisfacción (67%)”, sostiene el estudio a 387 mujeres y que se divulgó en la revista académica The Journal of Sexual Medicine.
Los autores Suzanne Mulvehill, sexóloga clínica, y Jordan Tishler, médico de la Asociación de Especialistas en Cannabinoides, sostuvieron en su trabajo que, si bien décadas de investigación sobre sexualidad respaldan el uso de cannabis para las dificultades sexuales, el suyo “es el primer estudio que analiza el trastorno orgásmico femenino y que demuestra un beneficio significativo”.
“Es una condición médica que merece tratamiento. Las mujeres con trastorno orgásmico femenino tienen más problemas de salud mental y toman más medicamentos farmacéuticos. Tienen más ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático y más antecedentes de abuso sexual. No se trata solo de placer, es un derecho humano”, sostuvo Mulhevill, quien también es fundadora del Instituto de Investigación del Orgasmo Femenino, del cual Tishler es vicepresidente.
Por último, en sintonía de la publicación científica de Mulhevill y Tishler, cuatro estados de EEUU anunciaron que están en camino de incluir al trastorno orgásmico femenino entre la lista de enfermedades habilitadas para que se receten derivados de la planta para su tratamiento. Se tratan de Ohio, Illionois, Nuevo México y Connecticut, quienes tienen una regulación integral de cannabis.