Cuando alguien toma cannabis, el THC es el causante de un “baño de dopamina” en el cerebro. Sin embargo, esas mismas fuentes admiten que esto no es exclusivo del cannabis sino que todas las drogas, esto es, aquellas sustancias que afectan de un modo u otro al sistema nervioso central, generan un “baño de dopamina”.
¿Debemos seguir manteniendo la idea de que es la dopamina y no otro el causante de los efectos placenteros del cannabis si todas las drogas activan los mismos neurotransmisores? De otro modo, ¿si la heroína, la cocaína, el éxtasis, los analgésicos y el cannabis activan un “baño de dopamina”, porque los efectos son diferentes, incluso opuestos? ¿Es una cuestión de grado?
La teoría del baño de dopamina está en cuestión desde hace tiempo. En 2015 un grupo de científicos del King 's College de Londres sacaron los resultados de su estudio sobre los efectos del THC y la dopamina. Concluyeron que “hay pocas evidencias para sugerir que el uso de cannabis afecta la liberación de dopamina o afecta a los receptores de dopamina en los voluntarios humanos saludables”.
Por tanto, ¿a qué debemos culpar de los efectos placenteros del cannabis? ¿A alguien le suena la anandamida?
La anandamida es un neurotransmisor que produce un efecto elevado de alegría y felicidad. Se le conoce como la “molécula del regocijo”. La palabra proviene del Sánscrito. “Ananda” significa “alegría” o “placer”. Este neurotransmisor es un endocannabinoide (“endo” significa “dentro de”, en este caso dentro de los cuerpos) y tiene un gemelo phytocannabinoide (“Phyto” significa “en la planta”). Por tanto, la anandamida se da manera natural en nuestro cuerpo, mientras el THC se encuentra en el cannabis. Estos cannabinoides muestran una fuerte afinidad para ligarse en los receptores sistema endocanabinoide CB1 y CB2. Pero es la unión en CB1 la que produce los efectos euforizantes.
Como una llave y su cerradura, el THC encaja perfectamente en los engranajes del CB1 para crear, en este caso, “regocijo”. Cabe destacar que el chocolate, correr o el Yoga también te “colocan”, pues generan este efecto neurotransmisor de la anandamida, aunque el efecto es menos potente, por supuesto.
Aunque el cannabis produce calma, uno de cada cinco tienen el efecto contrario. Algunas enzimas desactivan el efecto de la anandamida y al consumir cannabis se sienten más ansiosos. Esta gente tiende a disfrutar menos del efecto del cannabis, como podría pensarse.